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Accidente con el patinete eléctrico: cuando la diversión se convierte en deuda

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¿Qué pasaría si tu trayecto diario al trabajo se viera interrumpido por un accidente? María, una diseñadora gráfica de 28 años, nunca imaginó que su patinete eléctrico la pondría en una situación tan complicada. «Solo fueron unos segundos de distracción«, recuerda mientras describe el momento en que golpeó accidentalmente a una señora mayor que cruzaba la calle.

La realidad de los accidentes con patinetes eléctricos se ha convertido en una preocupación creciente en nuestras ciudades. Los datos son reveladores: según la Dirección General de Tráfico, ya hay incidentes con patinetes (algunos con fallecidos) , registrando más de 300 accidentes con heridos y 12 muertes en 2023 1 . La mayoría de estos sucesos implican gastos médicos, responsabilidades civiles y, en algunos casos, consecuencias legales que pueden ascender a decenas de miles de euros.

El impacto va más allá de lo económico. Como le sucedió a María, quien tras el accidente tuvo que enfrentar no solo una factura médica de 3.250 euros para la persona afectada, sino también la angustia de no saber cómo afrontar esta situación inesperada. «Nunca pensé que necesitaría ahorros para algo así«, comenta, reflexionando sobre cómo un simple trayecto puede transformarse en una carga financiera abrumadora.

Los expertos en seguridad vial señalan que el 67% de los usuarios de patinetes eléctricos no conocen las coberturas necesarias para protegerse ante estos incidentes. Esta falta de prevención se traduce en situaciones donde las personas deben recurrir a préstamos personales o ayuda familiar para hacer frente a las consecuencias de un accidente, comprometiendo así su estabilidad financiera a largo plazo.

¿Te has planteado qué harías si te encontraras en una situación similar? La pregunta no busca alarmar, sino invitar a reflexionar sobre la importancia de estar preparado ante estas circunstancias que, aunque preferimos no pensar en ellas, son cada vez más frecuentes en nuestra vida diaria.

Asegurar el patinete

Cuando hablamos de proteger nuestro patinete eléctrico, no solo nos referimos al aparato en sí, sino a toda la seguridad financiera y personal que implica su uso diario. Un seguro específico para patinetes eléctricos actúa como un escudo protector que te respalda ante situaciones imprevistas, desde accidentes hasta robos.

Pedro, repartidor autónomo, aprendió por las malas la importancia de estar asegurado. «Pensaba que con mis ahorros sería suficiente para cualquier problema«, recuerda. Sin embargo, cuando su patinete golpeó accidentalmente el retrovisor de un coche de alta gama, la factura de reparación superó los 2.000 euros. Una cantidad que hubiera estado cubierta con una póliza que apenas costaba 15 euros al mes.

¿Cómo funciona exactamente este tipo de seguro? La cobertura básica incluye la responsabilidad civil, que se hace cargo de los daños que podamos causar a terceros. Imagina que, como le sucedió a Ana, tu patinete resbala en un día lluvioso y golpea a un peatón. El seguro cubriría tanto los gastos médicos como las posibles indemnizaciones, que pueden alcanzar cifras astronómicas dependiendo de las lesiones.

Muchas personas confían en sus ahorros personales o en el apoyo familiar como red de seguridad. Sin embargo, estas alternativas tienen limitaciones evidentes. Los ahorros pueden agotarse rápidamente ante un incidente grave, y depender de la familia puede generar tensiones innecesarias en momentos ya de por sí estresantes.

La ventaja diferencial del seguro radica en su capacidad para ofrecer una protección integral. No solo cubre los daños materiales y personales, sino que también proporciona asistencia jurídica en caso de conflictos legales. Además, algunos seguros incluyen servicios adicionales como asistencia en viaje o cobertura por robo, aspectos que ni los ahorros ni el apoyo familiar pueden garantizar.

¿Te has preguntado qué pasaría si tu patinete fuera robado mientras estás trabajando? Paula, estudiante universitaria, se enfrentó a esta situación. «Mi patinete era mi medio de transporte principal, y cuando me lo robaron, mis ahorros solo me permitían comprar uno de calidad muy inferior«. Con un seguro, habría recibido una compensación para reemplazar su vehículo sin comprometer su economía.

El coste mensual de un seguro para patinete eléctrico suele ser inferior al precio de dos menús en un restaurante de comida rápida, una inversión mínima comparada con la tranquilidad que proporciona. Esta protección no solo resguarda tu bolsillo, sino que te permite disfrutar de tus trayectos sin la constante preocupación por posibles incidentes.

Primero de todo, la prevención

El arte de prevenir accidentes en patinete eléctrico va mucho más allá de la simple precaución, pues requiere una combinación de conocimiento, preparación y actitud proactiva ante la seguridad. La prevención consciente no solo nos protege de posibles percances, sino que además nos permite disfrutar de cada trayecto con la tranquilidad que proporciona saber que estamos preparados ante cualquier eventualidad.

Aunque muchos consideran el casco como suficiente protección, la realidad demuestra que un equipamiento completo puede marcar la diferencia entre un susto y un accidente grave que requiera hospitalización. Mientras las protecciones básicas nos resguardan de los impactos directos, la vestimenta reflectante y las protecciones adicionales nos proporcionan una capa extra de seguridad que resulta especialmente valiosa durante los trayectos nocturnos o en condiciones de visibilidad reducida.

El mantenimiento preventivo representa uno de los pilares fundamentales de la seguridad en patinetes eléctricos, puesto que un vehículo en óptimas condiciones responderá adecuadamente ante situaciones imprevistas que requieran una reacción inmediata. La revisión sistemática de componentes críticos como frenos, neumáticos y sistema eléctrico no solo previene averías costosas, sino que además nos permite detectar y solucionar pequeños problemas antes de que se conviertan en amenazas serias para nuestra seguridad.

Las inclemencias meteorológicas pueden transformar un trayecto rutinario en una aventura peligrosa, especialmente cuando nos enfrentamos a condiciones adversas como lluvia intensa o vientos fuertes que comprometen la estabilidad del patinete. La planificación meteorológica de nuestros desplazamientos, junto con la flexibilidad para optar por medios alternativos de transporte cuando las condiciones no son favorables, constituye una estrategia fundamental para mantener nuestra seguridad.

La formación especializada en conducción de patinetes eléctricos proporciona herramientas invaluables para desenvolvernos con seguridad en el entorno urbano, mientras desarrollamos una comprensión profunda de las normativas vigentes y las técnicas de conducción defensiva. Los conocimientos específicos adquiridos durante esta formación no solo mejoran nuestra capacidad de reacción ante situaciones de riesgo, sino que además nos ayudan a anticipar y evitar potenciales peligros en nuestro camino. En su defecto, estudiar las normas de conducción te ayudarán a conocer todas las señales de tráfico, preferencias en la conducción y circulación, …

El estado físico y mental del conductor durante el trayecto determina en gran medida la probabilidad de sufrir un accidente, por lo que mantener una atención constante en el entorno y evitar distracciones como el uso del teléfono móvil o auriculares resulta fundamental para garantizar un viaje seguro. La capacidad de mantener la concentración durante todo el trayecto, junto con un estado de alerta adecuado, nos permite reaccionar eficazmente ante cualquier imprevisto que pueda surgir en nuestro camino.

Por último, no olvides consultar la normativa local, ya que para el uso de patinete puede variar de una localidad a otra: obligación de circular por la calzada, uso obligatorio de casco, máximo una persona, …

Consecuencias de no asegurar el patinete eléctrico

La ausencia de un seguro para patinete eléctrico puede desencadenar una serie de consecuencias que van mucho más allá del momento del accidente, extendiéndose como una onda expansiva que afecta a múltiples aspectos de nuestra vida. La estabilidad financiera puede verse severamente comprometida cuando nos enfrentamos a gastos inesperados que, en el caso de un accidente grave, podrían ascender a cantidades difícilmente asumibles para una economía familiar media.

Consideremos el caso de Alberto, quien tuvo que enfrentarse a una situación que transformó radicalmente su vida cuando su patinete impactó contra un vehículo de alta gama. La responsabilidad civil derivada del accidente no solo incluyó la reparación del vehículo, que superaba los 12.000 euros, sino también una compensación por los días que el propietario no pudo utilizar su coche. Esta situación le obligó a solicitar varios préstamos personales, cuyas cuotas mensuales ahora limitan severamente su capacidad de ahorro y han postergado indefinidamente sus planes de comprar una vivienda.

El impacto psicológico de no contar con protección adecuada genera una ansiedad constante que puede manifestarse de diversas formas:

– Preocupación recurrente durante cada trayecto, que afecta a la concentración y aumenta el riesgo de accidentes

– Deterioro en la calidad del sueño ante la inquietud por posibles imprevistos

– Tensión en las relaciones familiares debido al estrés financiero

– Limitación en el uso del patinete, reduciendo así la libertad de movimiento

Las complicaciones legales representan otro aspecto especialmente preocupante, pues la falta de un seguro puede derivar en procedimientos judiciales largos y costosos. La responsabilidad legal en caso de accidente puede extenderse durante años, especialmente si hay lesiones personales involucradas, lo que implica no solo gastos en abogados y procesos judiciales, sino también un desgaste emocional considerable.

El efecto dominó en la vida profesional tampoco debe subestimarse. Un accidente sin la cobertura adecuada puede resultar en embargos de nómina o cuentas bancarias, lo que no solo afecta a nuestra capacidad de consumo actual sino que puede tener repercusiones en nuestra calidad de vida futura. La necesidad de destinar una parte significativa de los ingresos a pagar deudas derivadas del accidente puede obligarnos a renunciar a oportunidades de desarrollo personal y profesional, como cursos de formación o cambios de trabajo que requieran una inversión inicial.

Además, las consecuencias pueden agravarse con el tiempo si no se dispone de recursos para afrontar adecuadamente las secuelas del accidente. Por ejemplo, la imposibilidad de costear una rehabilitación completa tras una lesión puede derivar en problemas crónicos de salud que, a su vez, generarán más gastos médicos y posibles limitaciones laborales en el futuro. Este círculo vicioso puede resultar especialmente devastador para personas que dependen de su capacidad física para trabajar.

Normativa para el uso de patinetes eléctricos

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha implementado una normativa que afecta a los Vehículos de Movilidad Personal (VMP), incluyendo los patinetes eléctricos, con el objetivo de garantizar la seguridad vial y la calidad de estos vehículos. A partir del 22 de enero de 2024, todos los VMP comercializados deben contar con un certificado de homologación que asegure el cumplimiento de estándares mínimos de calidad y durabilidad. 

Los patinetes eléctricos vendidos antes de esta fecha pueden circular sin dicho certificado hasta el 1 de enero de 2027. Sin embargo, se ofrece la posibilidad de homologarlos de forma voluntaria acudiendo a un laboratorio autorizado y proporcionando la información técnica necesaria. 

Las características técnicas que deben cumplir los VMP incluyen:

Velocidad máxima: Limitada a 25 km/h, con sistemas que impidan su manipulación para aumentar la velocidad o potencia.

Indicadores visibles: Deben mostrar la velocidad actual y el nivel de batería.

Sistemas de frenado: Equipados con dos frenos independientes que permitan una desaceleración mínima de 3,5 m/s². Los vehículos con más de dos ruedas deben contar con un freno de estacionamiento.

Elementos de visibilidad: Incorporar catadióptricos frontales (blancos), laterales (blancos o amarillos) y traseros (rojos), además de una luz de freno diferenciada o combinada con la trasera. 

Estas medidas buscan mejorar la seguridad de los usuarios de VMP y de otros actores en la vía pública, asegurando que los vehículos cumplan con estándares de calidad y seguridad adecuados. 

Fuentes estadísticas

1 https://revista.dgt.es/es/noticias/nacional/2024/02FEBRERO/0209_InformeMapfrepatinetes.shtml

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